Errores de traducción en los contratos empresariales

Conversan sobre la traducción de un contrato empresarial.

Como documentos legales cuyo objetivo consiste en definir los términos y condiciones de una transacción comercial entre varias partes, los contratos pueden tener una alcance nacional o internacional. Por lo tanto, es posible que estén redactados en diferentes idiomas o en algún idioma que no sea la lengua materna o la lengua de trabajo de una de las partes.

Muchas veces, la traducción de contratos se hace imprescindible antes y después de su firma para que cada una de las partes tenga una visión clara de sus obligaciones, de sus derechos y pueda confirmar que el contrato plasma todo lo que se ha negociado previamente al acuerdo.

Sin embargo, la traducción de contratos es un proceso delicado que requiere una atención especial para evitar errores de traducción que puedan tener graves consecuencias para las partes involucradas. En este artículo, abordo los errores más comunes de traducción en los contratos y te cuento cómo pueden ser evitados.

Errores de traducción más habituales en los contratos

Falta de precisión en la traducción

Las palabras mal traducidas pueden cambiar completamente el significado de una oración, con todas las consecuencias que ello acarrea en el ámbito jurídico. Por ejemplo, si una palabra como «free» se traduce incorrectamente como «gratis» en lugar de «sin restricciones», puede cambiar completamente el sentido de una cláusula o de un contrato en su conjunto. Sobra que te diga que el malentendido puede ser mayúsculo (y costoso).

Transposición incorrecta de términos o conceptos jurídicos

Puede ocurrir que un término o un concepto jurídico no tenga un término o un concepto jurídico directamente equivalente en otro idioma. En algunos casos, se ve cómo los traductores recurren a una traducción literal que no refleja con precisión el significado del término jurídico original con todo su alcance.

Un ejemplo habitual cuando se manejan contratos comerciales redactados en inglés es el término «due diligence«, que se usa de manera muy habitual para describir el proceso de investigación exhaustiva previo al cierre de un acuerdo. La traducción literal y más evidente de este término sería «diligencia debida«, que no se corresponde con ningún concepto jurídico y que no transmite con precisión el significado original. Aún así, esa traducción se encuentra a menudo en contratos que no han sido traducidos por profesionales especializados.

Errores de traducción en términos jurídicos y especializados

Los contratos pueden incluir términos técnicos y especializados habituales en el sector de actividad de las partes o en la temática general del contrato. A veces, estos términos pueden ser difíciles de traducir con precisión si el traductor no domina esta industria y tiene la tentación de recurrir a la traducción literal del término técnico, lo que conlleva una falta de precisión e incluso a veces un error grave de sentido.

Algunos ejemplos que me he encontrado en estos años pueden ser, en el sector de las TIC, la traducción de «backup» como «respaldo» cuando se refiere a copia de seguridad o en el sector de marketing, la traducción de «target» por «objetivo» cuando se refiere al público objetivo al que va destinado un determinado producto.

Inadaptación al marco jurídico de destino

Cuando hablamos de contratos internacionales que involucran partes de distintos países, es probable que los sistemas jurídicos de cada una de las partes sean muy distintos. Esta situación hace que sea aún más difícil traducir un contrato correctamente, puesto que las leyes y regulaciones aplicables pueden diferir de un país a otro o de una región a otra.

En este punto, el error común que cometen el 90% de los traductores no especializados es no tener en cuenta estas diferencias en el momento de traducir, lo que puede tener consecuencias graves desde el punto de vista legal.

De ahí que el trabajo del traductor especializado en la traducción de contratos consista también en haber adquirido previamente un conocimiento y una comprensión clara de las leyes y regulaciones tanto del sistema jurídico de origen como del sistema jurídico de destino, para asegurar una traducción precisa que produzca en el ordenamiento jurídico de destino los mismos efectos que el texto original en su propio ordenamiento jurídico.

Un caso habitual es la traducción del concepto de «indemnity«, que en los contratos anglosajones se refiere a la obligación de una de las partes de compensar a la otra en caso de que sufra alguna pérdida o algún daño. La traducción más evidente en español sería «indemnización». Sin embargo, esta traducción no permite alcanzar los mismos efectos jurídicos, ya que la noción de «indemnity» también implica una obligación de asumir una responsabilidad y de cubrir cualquier pérdida o daño que pueda surgir.

Según el contexto y el país de destino, una traducción más acertada en función del grado de responsabilidad previsto por el ordenamiento jurídico de destino podría ser «compensación» o «garantía».

Cómo evitar errores de traducción en los contratos

Contratar a un traductor especializado en la traducción de contratos

Un contrato es un documento legal complejo y a la hora de traducirlo, se necesitan unas competencias específicas. Lo recomendable es contratar a un traductor experimentado y especializado en la traducción de contratos para evitar cometer los errores más comunes cuando se traduce este tipo de documentos.

Un traductor especializado tiene la formación y la experiencia necesaria para asegurar una traducción de calidad que produzca los efectos que han buscado las partes en el contrato original, ya que como profesional maneja a diario la traducción de términos legales y técnicos que se manejan tanto en los contratos como en tu industria.

Bases de datos internas y externas, glosarios, diccionarios jurídicos y otros recursos terminológicos

El traductor especializado dispone de una serie de herramientas especializadas que le permiten recurrir a la traducción más fiel, precisa y efectiva para cada término o concepto jurídico. De esta manera, se asegura la mejor traducción posible para cada parte del contrato y el uso coherente de una misma traducción a lo largo de todo el documento para cada término especializado. En regla general, la práctica diaria de la traducción jurídica durante años permite almacenar una cantidad de datos y de herramientas de la que pocos profesionales disponen, por lo que el criterio de la experiencia es fundamental para traducir contratos de manera efectiva.

Comunicación con el cliente

El cliente debe indicar al traductor de contratos el contexto en el que necesita la traducción (¿uso informativo interno, posible disputa, proceso judicial ya iniciado?) pero sobre todo cuales son los ordenamientos jurídicos de origen y de destino. También puede ayudar al traductor especializado con términos técnicos y especializados propios de la industria.

Revisión por un especialista

Después de la traducción, el contrato debe ser revisado por un profesional especialista de la traducción de contratos para detectar estos errores más habituales y asegurar una traducción fiel, precisa y coherente.

Para ello, el revisor debe conocer a la perfección las leyes y las regulaciones tanto de origen como de destino para asegurar la mejor transposición posible de los conceptos jurídicos y de sus respectivos efectos.

Importancia de los errores de traducción

La traducción de contratos es un trabajo complejo que requiere la intervención de un profesional experto con unas competencias específicas para evitar errores en la traducción. Las consecuencias de un error pueden ser graves en una relación comercial.

Además de ser nativo y de estar especializado en la traducción jurídica, el profesional encargado de traducir un contrato debe tener una comprensión y un conocimiento exhaustivos del idioma, la cultura y las leyes del país de origen, disponer de las herramientas profesionales necesarias, comunicarse con el cliente y efectuar una revisión cuidadosa del texto traducido.

Recurriendo a este tipo de profesional, te aseguras una traducción fiel, precisa y coherente de tu contrato. Si necesitas un profesional para realizar traducciones de contratos al francés, no dudes en contactar conmigo

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